La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, FUCI, ha recibido en lo que llevamos de año 6.134 consultas y reclamaciones de usuarios que denuncian haber sido dados de alta, sin su consentimiento, en un servicio de suscripción de alertas de SMS Premium, es decir, mensajes de texto por los que el usuario paga un precio superior al de la tarifa normal, para recibir un servicio a cambio como puede ser una canción, logo, un juego, información comercial, la participación en un concurso …
Así, en lo que llevamos de año se han multiplicado por tres el número de usuarios que piden ayuda al haber sido víctimas de las trampas ideadas por empresas cuyo único objetivo es el de lucrarse.
La mecánica de los timos es similar en todos los casos y consiste en que al cliente no se le avisa o, en el mejor de los casos, se le avisa mediante métodos de difícil lectura, de que ejecutando una acción (descargándose una película, un programa o música, adhiriendose a una red social, o participando en un concurso) va también a suscribirse a un boletín de pago por el que va a recibir alrededor de 30 mensajes por semana, al coste mínimo de 0,15 y máximo de 1,50 euros por sms recibido.
Por lo general, el usuario timado no se da cuenta de este hecho hasta que recibe su factura (cuando la recibe) en la que suele tener que hacer frente a pagos de entre 15 y 180 euros, momento en el cual debe dar de baja inmediatamente el servicio para dejar de recibir mensajes.
Para el presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, el principal problema es que “cuando el consumidor empieza a recibir esos mensajes cree que es publicidad y los borra sin más no dándose cuenta del engaño hasta que le llega la factura y comprueba que le han cobrado dinero por un servicio que desconoce haber contratado”.
Asímismo, Samayoa asegura que “el hecho de que en algunos casos los importes no sean muy elevados es lo que permite que muchos de los clientes estafados no denuncien al pensar que van a perder además de su dinero su tiempo, ya que las empresas comercializadoras suelen ampararse en la letra pequeña que, a menudo, suele ser imperceptible”.
En este sentido, desde FUCI se lanza una voz de alarma ante estos sistemas de suscripción de ‘Alertas Premium’ que “no son otra cosa que spam en el móvil realizada por empresas que hacen del engaño un oficio ante la pasividad de las operadoras telefónicas que se desentienden del problema asegurando que ellas no tienen nada que ver, a pesar de actuar de intermediarias al cobrar por los mensajes recibidos”.
Ante estas situaciones, desde FUCI recomendamos en primer lugar “que nunca facilite su teléfono móvil a través de Internet para evitar caer en este tipo de engaños” y en caso de querer participar, visualizar todo el anuncio publicitario, buscando la letra pequeña y/o los enlaces a condiciones de la promoción (coste por mensaje, número de sms necesarios …), así como imprimirla para en caso de problemas poder demostrar la existencia de esta publicidad ilegal.
Por regla general “debe desconfiar de los concursos y sorteos que requieran enviar un SMS para jugar y evitar aquellos que requieran la palabra ALTA y, por último, guardar el primer mensaje recibido que suele llevar las instrucciones para causar la baja”.
En caso de haber sido engañado lo primero que debe hacer el usuario es “llamar a su compañía de teléfono para darse de baja del servicio lo más rápidamente posible, mediante el envío de un sms con la palabra BAJA al número desde el que recibes los mensajes o aquel que te indique la compañía telefónica. También desde FUCI se quiere recordar que es posible que el propio usuario limite el acceso a este tipo de servicios, cursando la correspondiente solicitud a la compañía telefónica”.
En caso de que la tramitación de la baja no sea posible, desde FUCI se pone a disposición de los consumidores el e-mail gabinetejuridico@fuci.es para atender las consultas y reclamaciones de los usuarios afectados.
Por último, queremos recordar la posibilidad legal que tiene el consumidor de pedir a la operadora telefónica el desglose de la factura para que separen los servicios prestados realmente por nuestra operadora de estos “mensajes” facturados por terceros, de manera que abonando el importe correspondiente a la compañía telefónica evitemos impagos que provoquen la interrupción y corte del servicio así como la inclusión en registros de morosos.
Una vez hecho esto debemos dirigir una reclamación por escrito, mediante burofax, a la empresa responsable del envío de las Alertas SMS aportando las facturas y solicitando el retroceso de las cantidades adeudadas si han sido abonadas.