El coste medio de esta celebración en 2014 se sitúa en 2.412 euros
FUCI recomienda fijar un presupuesto y comparar precios
La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, FUCI, ha realizado un estudio para conocer la evolución del coste de la celebración de la comunión en función de la ciudad elegida.
Para ello se han recogido datos en cerca de un centenar de comercios y establecimientos de la geografía nacional y se ha elaborado una encuesta a medio millar de padres.
El principal gasto de esta celebración es el banquete que supone más de la mitad de la factura total. El gasto para una comunión con 30 invitados varía en función del restaurante y menú elegido, situándose el coste por invitado entre los 40€ y los 60 €.
Si pensamos en una comunión low cost, debemos evitar la opción de un restaurante para un gran número de personas. Una opción es celebrar el banquete únicamente con los miembros más cercanos al niño o la niña, pero si no queremos renunciar a compartir ese momento con otras personas, podemos organizar una comida informal a base de picoteo en nuestra casa o en algún otro local que tengamos disponible o incluso alquilemos a precio económico.
Respecto a la vestimenta, el traje de un niño oscila entre los 65 y los 160 euros, mientras que el de una niña puede llegar a costar 225 euros. A este importe hay que sumarle además los complementos que a duras penas bajan de los 120 euros.
Lo primero que debemos pensar es si podemos aprovechar otro traje o vestido de comunión. Si tenemos personas cercanas con hijos que hayan celebrado ya la comunión, podemos comenzar con las pruebas pertinentes.
Una opción para bolsillos ajustados que necesitan ahorrar en el vestido de comunión puede ser alquilarlo o comprarlo de segunda mano, el coste medio unos 65 euros aproximadamente.
El reportaje fotográfico y/o de video, junto la compra de los recordatorios y obsequios para la familia suponen otra importante cantidad de entre 238-630 euros.
Además piensa que puedes prescindir de los recordatorios y que en el apartado de fotografía, bastará con recopilar algunas de las imágenes del día y componer tú mismo un álbum digital que podrás imprimir por poco dinero. Todo es cuestión de organización
Por último, el entretenimiento de los menores a través de un servicio de animación eleva unos 200 euros más el presupuesto. El precio varía según se opte por algo sencillo como un payaso o si incluye hinchables y otra serie de juegos que elevan el coste sensiblemente.
Los gastos de esta celebración oscilan entre unos 1.775-3.113 euros, siendo la media de 2.412 euros. Por sexos apenas hay diferencias siendo el gasto para niño de 2.366€ y de 2.457 para niña.
Otro aspecto a tener en cuenta “es que todavía una parte de las personas consultadas están pensando aplazar la comunión de sus hijos para el próximo año o incluso no celebrarlo por falta de recursos económicos o posponerla para más adelante a la espera de que su economía pueda mejorar”.
El estudio de FUCI analiza además el coste de estas celebraciones en función de la ciudad elegida, observándose importantes diferencias económicas.
Madrid, Valencia y Barcelona son las tres capitales más caras con un coste medio de unos 3.171 euros, prácticamente el doble que en Tenerife, la ciudad más barata para celebrar la comunión.
Por encima del coste medio se sitúa también San Sebastián, Pamplona, Murcia y La Rioja. Por el contrario, Santander, Vigo Valladolid, Zaragoza, Palma de Mallorca, Sevilla, Oviedo, Ciudad Real y Cáceres son ciudades más económicas.
Gustavo Samayoa recuerda que “hay que tener mucha cabeza ante esta celebración ya que a estos gastos hay que sumarles los que realiza el resto de la familia, como son la vestimenta, los complementos y peluquería que pueden suponer como mínimo otros 500-600 euros más, por lo que sugiere huir de despilfarros innecesarios que convierten este acto íntimo en un acontecimiento social de exceso de consumo, gastando a veces más de lo que nuestro bolsillo nos permite”.
En este sentido, y para evitar dispendios que debiliten aún mas nuestra maltrecha economía recomienda “comparar precios y calidades y hacer con tiempo un cálculo de nuestras posibilidades económicas ajustando nuestro presupuesto con medidas de ahorro como pueden ser elegir ‘trajes de calle’ que son más baratos y pueden usarse después, alquilarlos o reciclarlos de familiares o amigos entre otras medidas”.
También y para evitar disgustos innecesarios en un día tan señalado como este “es conveniente pedir al restaurante un presupuesto y contrato por escrito de los servicios solicitados, indicando el precio por persona y el menú detallado, hacer la reserva del lugar del convite con suficiente antelación, concretar las características del reportaje fotográfico y/o de vídeo dejando claro los elementos que lo componen y, sobre todo, conservar las facturas, publicidad o cualquier tipo de documentación por si necesita reclamar posteriormente”.
En este mismo estudio, la FUCI ha planteado también cuestiones para conocer el nivel de satisfacción que los consumidores tienen después de celebrar una comunión. Los resultados del muestreo ponen de manifiesto que un 19% de los padres no quedó satisfecho con alguno de los servicios contratados.
Los banquetes la mayor fuente de problemas debido en su mayoría a la aparición de conceptos no pactados en la factura o a menús con calidad inferior a las ofertada. Así un 31% de los padres confiesan su descontento con el banquete contratado.
La contratación de un reportaje fotográfico o de vídeo también concita el desacuerdo de los padres por diferentes problemas entre los que se encuentran los precios mayores al pactado o abusivos por copias sueltas, retraso en la entrega, inclusión de fotos de poca calidad, etcétera. Así, un 26% de los padres muestran su malestar por estos problemas.
Respecto a la vestimenta de los hijos, sólo un 12% de los encuestados reconoce que el nivel de satisfacción fue inferior al esperado debido a retrasos en la entrega o a acabados defectuosos en prendas confeccionadas a medida.
Por último, los servicios de animación son del agrado del 88% de los padres que consideran un alivio el disfrute de sus hijos que conlleva su descanso durante las horas contratadas. Sólo uno de cada diez padres admite problemas con la animación.
Ante situaciones en las que veamos vulnerados nuestros derechos, Gustavo Samayoa recuerda que “podemos y debemos reclamar solicitando la hoja de reclamaciones”.